Paul Verhoeven ha comentado en alguna ocasión que, aunque Showgirls fue la película que torpedeó su carrera en Estados Unidos, realmente fue Starship Troopers la que acabó hundiéndola: por primera y única vez en su vida, el director holandés contó con cien millones de dólares para afrontar un rodaje, lo que a finales de los 90 era una pastizarra enorme. En los cines recaudó 120, y si tenemos en cuenta que, como norma general, una película debe recaudar al menos el doble de su presupuesto para empezar a ser rentable, podemos hacernos una idea del fiasco que supuso.

Elegidos para el fracaso.

Los últimos años de Verhoeven en Norteamérica parecen tocados por una especie de mal fario, y es una lástima. Es verdad que Showgirls era mala, pero acabó ganando un dineral gracias al vídeo y al DVD (no hace falta comentar los motivos); la suerte de Starship Troopers fue mucho más inmerecida porque para empezar está realmente bien y como entretenimiento funciona a las mil maravillas. Pero su mensaje fue malinterpretado por los críticos y el público, que la tacharon de ser como Sensación de Vivir con marcianos y de panfleto fascista, cuando en realidad era todo lo contrario.

Basada en una novela de serie B, publicada durante la efervescencia anticomunista del macarthismo y los avistamientos OVNI que salpicaban continuamente los noticieros americanos (reflejados a su vez en el cine, por supuesto), Starship Troopers arremete sin contemplaciones contra las sociedades totalitarias y militarizadas, satirizando la manipulación que convierte al individuo, perversamente alienado e idiotizado desde la escuela, en simple peón al servicio de las castas dirigentes, quienes no dudan en sacrificarlo en función de sus propios intereses, algo que se acepta de buen grado además. Exactamente el retrato de nuestra sociedad actual tras el 11S y la guerra de Irak. Y ahí reside, tal vez, el mayor acierto de Starship Troopers: puedes disfrutarla como simple entretenimiento, con sus protas guaperas, sus batallas especiales y sus riadas de bichos, recreados mediante una exhibición de espléndidos efectos especiales; pero al mismo tiempo esconde una lectura entre líneas cargada de mala baba y que sutilmente se adivina, por ejemplo, en algunas frases del guión completamente demoledoras.

Hay quien sostiene que si Starship Troopers se hubiese estrenado durante el mandato de este gañán, habría sido un rotundo éxito, por lo que muchos creen que ensalza.

Insisto pues en que lo ocurrido a Verhoeven durante sus últimos años en Hollywood fue una lastima. Y eso que con Starship Troopers, consciente de lo que se jugaba, quiso ir a lo seguro volviendo a contar con parte del equipo que le había arropado en RoboCop y Desafío total. El guionista Edward Neumeier incluso le hizo algunos guiños a la primera película (esos bizarros insertos publicitarios), pero todo fue inútil. El director holandés acabó tan dolido que, pese al éxito de El hombre sin sombra en 2000, decidió regresar a Europa de todos modos, harto de un Hollywood cada vez más reaccionario en lo moral y cortoplacista en lo económico.

Paradójicamente Starship Troopers no tardó en convertirse en un clásico, origen de una franquicia que ha dado mucho dinero; pero en una sociedad como la nuestra, todo lo que no es un pelotazo instantáneo se convierte de inmediato en un fracaso. Una estupidez convertida en axioma potencialmente letal, y que se ha cebado especialmente con el cine. Hoy día, cualquier película que no alcanza lo más alto de la taquilla en el primer fin de semana es un desastre. En el colmo del absurdo, hay películas que han sido catalogadas de «fracaso» semanas o incluso meses antes de su estreno. En tales circunstancias, es lógico que quienes aún piensan con la cabeza como Verhoeven renieguen del cine. De lo que ha sido su vida desde que tienen uso de razón. Es una situación que solo presagia la muerte del que un día se denominó «séptimo arte», larvada desde dentro por aquellos que dicen defenderlo. Porque los enemigos del cine están dentro de él.

Versión 2.0 de la tradicional disección de la rana en el insti.

Por último, una petición expresa: no me sean cicateros y huyan de las descargas por Internet. No solo porque Starship Troopers merezca disfrutarse con una imagen en condiciones ante su espectacularidad visual, sino porque además los extras contenidos en las mejores ediciones en DVD o Blu Ray valen incluso más que la propia película, que ya es decir. Es el caso de los comentarios de Paul Verhoeven y su equipo, que explican numerosas interioridades del rodaje, hechos curiosos y anécdotas muy divertidas. Como por ejemplo los silbidos e insultos que el personaje de Denise Richards recibía en los pases previos al estreno, llamándola «zorra» y pidiendo a Verhoeven que la matase cambiando el final.

Dina Meyer mostrando sus dos talentos: según el director «su magnética personalidad y un sentido del humor realmente perverso». ¿Qué esperabais, marranos?

Resultado: Está más que claro.

Ficha en la IMDB.

4 thoughts on “Aplausos o abucheos: Starship Troopers”
  1. Tú y yo debemos ser de los pocos que han leído el libro.

    Lo de que la peli es «fascista» no nos cansaremos de escucharlo, me temo, por mucho que Paul Verhoeven y su guionista se cansen de argumentar que no. El nivel es el que es, y no da para más.

  2. yo cuando vi la pelicula hace años me gusto mucho, como pelicula tenia muchas cosas buenas, tocaba el genero belico, scifi, comedia… nunca la vi como una pelicula fascista, si no mas bien como una repulsa a una sociedad militarista. Hace tiempo lei el libro y la verdad, cambia muchisimo respecto a esta pelicula, me gusto mucho y era mucho mas antimilitarista que la pelicula
    Los efectos de esta pelicula se han mantenido muy bien, los bichos no cantan mucho (he visto peliculas mas modernas y que abusando del CGI se notan los efectos a km!!) las escenas son algo gores.. pero no desentonan con el mensaje que busca
    para mi es una pelicula excelente, las peliculas que salieron despues no tuvieron el nivel… tal vez la de starship troopers 3 «marauder» se acerco un poco con el mensaje de la religion… pero el resto lo vi flojo y malo
    Verhoeven es un crack, aunque los de Hollywood no han sabido apreciarlo y es una pena

    saludos!

    1. Estamos de acuerdo. En su momento, cuando todo el mundo la ponía a caldo, fue una película a revindicar. Es una lástima que que cuando se le reconocieron sus méritos ya fuese tarde. Respecto a Verhoeven sobra cualquier comentario. Hollywood y el cine americano en general llevan años haciendo méritos para buscarse la ruina. Y la han encontrado.

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