Si existe una película emblemática sobre el horror de la guerra en general e incluso del ser humano en particular, esa es sin duda Apocalypse Now, una verdadera maravilla que hizo honor a su nombre durante los largos años que duró su rodaje en las inhóspitas selvas de Filipinas, lugar en el que durante un tiempo estuvo ubicado el Infierno. La gestación de semejante monstruosidad (en todos los sentidos) daría de sí para una larga serie de gruesos libros, y sin embargo no abundan aquellos exclusivamente centrados en ésta, menos aun en español. Por este motivo resulta interesante tener en cuenta Apocalypse Now: Odisea en los Territorios del Horror.
Como claramente indica su título, el libro se adentra en los pormenores de un proyecto personal de Francis Ford Coppola que pasó a convertirse en una obsesión, y que estuvo cerca de destruirle a él y a todos los que tuvieron la osadía de embarcarse en la realización del filme, una de las más complicadas de toda la Historia. Sin embargo,Odisea en los Territorios del Horror no se reduce a una mera colección de anécdotas, en cuyo caso el resultado habría sido algo pobre habida cuenta de la cantidad de información de ese tipo que, sobre la cinta que nos ocupa, circula mismamente por Internet.
En lugar de eso, el autor opta por analizar pormenorizadamente el filme desde el punto de vista cinematográfico e incluso más allá, llegando por ejemplo a adentrarse en la psicología de los personajes, yuxtaponiéndola con los de la novela de Joseph Conrad en que se basa la cinta y con los propios implicados en la filmación, que en mayor o menor medida se vieron afectados por toda aquella locura. Este camino tal vez sea difícil para aquellas personas que sólo buscan una lectura amable y sencilla (para entendernos: una simple recopilación de anécdotas, de esas que se suelen soltar en las reuniones de amigos para echar unas risas y tal vez para quedar como un señor muy entendido en materia de cine). Sin embargo, el resultado a la larga es más satisfactorio habida cuenta de que, tal y como explicamos, el libro va mucho más allá y no se queda en lo meramente superficial, aunque anécdotas haberlas haylas por supuesto. Si a esto le unimos que el lenguaje utilizado es ameno y directo, huyendo de la plomiza retórica habitual en críticos de cine “resabiados” como Méndez Leite (por poner un solo ejemplo) y que el libro es cortito, el resultado es una obra a tener en cuenta por aquellos deseosos de saber “algo más” sobre un filme mítico. O más bien dos: no olvidemos el Redux, por supuesto comentado con todo detalle en el trabajo que nos ocupa, y sobre el que el autor se posiciona claramente a favor respecto al montaje original de 1979, para mí con razón.
(Este artículo fue publicado incialmente por Leo Rojo en COMPUTER-AGE.NET el jueves 6 de marzo de 2008 y se reedita con el permiso de su webmaster).