El primer polvo lo eché con una puta negra que cobraba cinco pavos, y durante esos años sólo me acosté con putas. No era consciente de que estaba recibiendo la educación sexual más sana que existe. La verdad es que era un sinvergüenza, lo único que me interesaba era follar. Mientras filmábamos French Connection, en la escena en la que Gene Hackman persigue a un francés, de pronto una rubia preciosa se coló en una toma. Le dije a mi ayudante de dirección que mandara a alguien a traérmela y acabé follándomela durante unos seis meses. Mi verdadera musa era mi polla.
(William Friedkin).