El director de Independence Day, Godzilla y El patriota tiene ciertos atributos, los cuales relucen en todo su esplendor en El día de mañana. Es basto, estúpido, inmundo, ñoño, predecible, risible, absurdo, trivial y, como suma de todo ello, ridículo. Jamás ha hecho una película decente, ni jamás la hará.
(Stephen Hunter).