Se trataba de una película épica de 150 millones de dólares que tenía que rodarse por 200 de los grandes. Había que escribir el guión en dos semanas y filmarlo ¡en doce días! Habían fichado a Deborah Gibson y Lorenzo Lamas para los papeles principales. Lo curioso es que los productores no tenían ni idea de lo cachondo que en realidad era todo. Solo el título ya resultaba divertido. Yo me reía, pero curiosamente, ellos no. Cada vez que escribía una línea en el guión que avisara a la audiencia de que nos lo estábamos tomando a broma, me decían que lo quitara alegando que tenía que tener cuidado con la ironía y los sarcasmos porque «esta es una película seria». Pero yo sabía que algo titulado `Megashark vs giant octopus´ sólo podía ser ridículo. Ridículo y divertido, pero ridículo después de todo.
(Jack Perez, director de Megashark vs Giant Octopus).