Siempre me asombro cuando oigo decir que alguien piensa que soy un hijo de puta. Después de estrenar El ídolo de barro, Hedda Hooper dijo: `Ahora que tienes un exitazo, te has convertido en un auténtico hijo de puta´. Mi respuesta fue: `Te equivocas, Hedda. Siempre he sido un hijo de puta, pero nunca lo notaste antes´. Lo que más me sorprende es que cuando alguien dice que es muy difícil trabajar conmigo, que soy muy duro, el noventa por ciento de las veces se trata de alguien con quien nunca he trabajado, y que afirma habérselo oído decir a otra persona. No creo que Howard Hawks y Billy Wilder y Lewis Milestone y Joe Mankiewicz y Elia Kazan pesaran eso de mí. Creo que muchos hijos de puta sin talento piensan que soy un hijo de puta con talento.
(Kirk Douglas).
La verdad es que sí. Tiene cara de fil de put (o como se diga)
De este hombre tengo preparada para ver una película sobre la Primer Guerra Mundial de la guerra de trincheras.
Senderos de gloria (o Paths of Glory, que también vale). Douglas aceptó hacer Los vikingos, un éxito de taquilla asegurado, si la productora de aquella (la Warner, creo) le ayudaba a producir Senderos. La jugada le salió redonda y todos ganaron, Kubrick el primero: su película era muy arriesgada para la época y le estaba costando ponerla en marcha. De hecho, llegó a estar prohibida en Francia durante años.
¡Esa misma!
La de los vikingos me suena haberla visto hace eones…
Pues está bien. Una peli de aventuras a la vieja usanza (1958) con tito Kirk haciendo de malo.