Para mí, el cine es un arte antes que una industria. Yo quería hacer una película que diera a la gente que tomaba LSD en esa época las alucinaciones que la droga daba, pero sin alucinaciones. No quería que tomaran LSD, quería fabricar la droga en cine y cambiar la mentalidad del público. Mi ambición con Dune fue tremenda, porque quería crear un profeta para cambiar las mentes jóvenes de todo el mundo. Sería como el advenimiento de un dios, un dios artístico cinematográfico. Para mi no se trataba de hacer una película, sino de algo más profundo. Quería crear algo sagrado, libre y con nuevas perspectivas. Abrir las mentes. Así fue como empecé mi lucha por hacer Dune.
(Alejandro Jodorowsky).