Se conoce como «suecada» a la versión casera de una película clásica. El término se popularizó a raíz del estreno de Rebobine, por favor (Be Kind Rewind), protagonizada por Jack Black y en la que un par de inadaptados suple las carencias del patético videoclub que regentan de modo asaz peculiar… El cine suecado tuvo su época de esplendor a principios de la década en curso, pero aún hoy continúan surgiendo iniciativas que hacen que nos planteemos serias dudas sobre el futuro de la Humanidad. En 2012, 480 fans de Star Wars a cada cual más tarado se unieron en una iniciativa para recrear la legendaria película de George Lucas en plan de andar por casa, rodando cada uno fragmentos de quince segundos con sus propios medios y uniéndolos para dar lugar a Star Wars Uncut: The Director´s Cut, un experimento absolutamente psicotrónico cuyo éxito ha dado pie a una secuela que, como la anterior película, puede ser ¿disfrutada? en Internet desde hace unas semanas.

De nuevo, 480 directores seleccionados a partir de más de 1.500 propuestas, han colaborado para recrear el filme dirigido en 1980 por Irvin Kershner a partir de fragmentos de 15 segundos. Lo mejor es que no existían reglas ni mínimos presupuestarios con tal de que te ciñeras al guión de la película original, así que el potaje de estilos y actores vuelve a ser delirante. Estamos ante el mejor ejemplo de «suecamiento extremo» que nadie haya podido ver jamás: efectos especiales que van de la solución ingeniosa a la aberración atroz, decenas de estilos de animación diferentes, intercambios de género de los personajes, protagonistas interpretados por animales, objetos animados por stop-motion e incluso aparición estelar de verduras y hortalizas. La próxima vez que te apetezca ver El Imperio contraataca, tiene que ser esta versión. No te arrepentirás.

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