Nos han adoctrinado y mediatizado tanto… Vivimos en un mundo en el que todo está tan mascado y trillado que el cine se ha convertido en un fenómeno para bulímicos. El cine solo se entiende ya en términos de mercancía y consumo. El espectador consume y vomita. Ya no se recuerda lo que se ha visto. No queda nada.
Vivimos un momento especialmente manipulador porque le están diciendo constantemente a la gente lo que ha de pensar y decir. Hablo mucho de los conceptos usar y amar. Ver una serie en un móvil es puro uso, consumo. Se usa una obra para llenar tu tiempo y a la vez eres usado por esa industria para hacer girar la rueda. El cine, en cambio, es amable con el espectador. No lo elimina, lo interroga. El cine que me ha formado ha sido amable conmigo y yo he sido amable con él. He amado las películas. El acto de ir al cine es un acto de amor. Es la última liturgia que queda y también está en peligro.
(Juanma Bajo Ulloa).