Recibo aproximadamente una oferta cinematográfica al mes. Hasta ahora había despotricado mucho acerca de los profesionales del videojuego, pero puedo aseguraros que son ángeles de la guarda comparados con los cineastas. Los del Reino Unido no están tan mal, pero representan una parte insignificante de la industria mundial. Les aprecio, tienen buenas ideas, pero en cuanto ven que tienen que gastarse unos cuantos millones de dólares se lo piensan bastante mejor. Por su parte, los estadounidenses siempre quieren comprar los derechos, especialmente para revenderlos. No me gusta esa política. Además, algunas de sus exigencias son bastante extrañas. Suelen volver para decirte que todo está muy bien, que es maravilloso, pero acto seguido preguntan: «¿Podemos retocar algo?». Y resulta que ese algo es precisamente la esencia de la novela. Son demasiado puritanos. Definitivamente esos chicos de Hollywood no entienden nada.

(Terry Pratchett en 1995).