Empecé en esto gracias a una beca para estudiar Arte Dramático, porque mi familia era muy humilde. Vivíamos en una casa sin cuarto de baño, solo había uno para todos los vecinos. Seguramente la beca me libró de acabar convertido en un delincuente de poca monta, pero los comienzos tampoco fueron fáciles: actuaba en pequeñas obras de teatro, y una de mis primeras representaciones tuvo lugar en una minúscula iglesia de pueblo. Solo había cuatro espectadores, que además eran el capellán y su esposa, un alcohólico que estaba durmiendo la mona y otro tío que se marchó en el descanso de la obra. Desde luego, no fue un gran comienzo.
(Gary Oldman).
Que grande el Gary Oldman, no recuerdo en qué momento empecé a notar lo bien que trabaja, quizás en el Quinto elemento… ¿?
Oldman es un actor como la copa de un pino, pero se ha encasillado en papeles de villano y tal como están las cosas en el cine comercial de hoy dudo mucho que consiga hacerse valer. Por suerte le queda el teatro. Y los videojuegos, faceta en la que ha encontrado un hueco gracias a su prestigio y que, por raro que pueda sonar, es parte importante del futuro de la actuación.
En las últimas de Batman y en la de Robocop ya no es el villano, quizás no llegue a ser una «super estrella» pero tiene una carrera muy buena.