Ridley Scott tiene por ahí alguna película interesante que hoy casi nadie recuerda, del mismo modo que el alemán Hans Zimmer tiene por ahí alguna banda sonora interesante que hoy casi nadie recuerda. Black Rain lo conjunta todo en lo que no deja de ser una buddy movie al uso, aunque ambientada en Japón para darle un toque de exotismo y con Kate Capshaw haciendo de madame – gheisa – gaijin (las malas lenguas comentan que su entonces novio y hoy marido Steven Spielberg tenía ojos y oídos en el plató para evitar que el pichabrava de Michael Douglas, al que sin duda conocía bien, pudiese levantarle la mujer). Hans Zimmer hizo en Black Rain lo que podríamos interpretar como un ensayo general de lo que un par de años más tarde sería Thelma y Louise, cuya música es por momentos bastante parecida, ramalazos country aparte. Como suele ocurrir en estos casos, la edición oficial de la banda sonora ningunea al autor de la misma, incluyendo tan solo veinte minutos de su partitura a fin de dejar sitio a canciones de estilo comercial procedentes de artistas como UB-40, Iggy Pop o Ryuichi Sakamoto . Promoción de la peli obliga.
Y es una pena, porque tal vez estemos ante uno de los trabajos más intensos y espectaculares de Zimmer, que entonces era poco más que un novatillo con un puñado de títulos a cuestas y consiguió una vigorosa banda sonora, que por momentos alcanza cotas de gran espectacularidad integrando con pericia teclados y percusiones electrónicas de aires orientales. Su trabajo en Black Rain es serio y muy interesante, resultando estar en su conjunto por encima del pequeño fragmento que podemos escuchar en el disco, aunque por fortuna no está nada mal. Sólo por eso, ya merece escucharla.
Me han dado ganas de revisitar la película al escuchar la BSO de Zimmer. Hace tiempo que no la veo.
Pues si todavía no la has visto desde que dejaste el comentario, ya estás tardando.