En Estados Unidos ya no se hacen películas. Todo el mundo quiere ser correcto, contentar a todos y no molestar. Pero a mí ya no me importa: me da igual si una cosa es correcta o incorrecta. No pienso autocensurarme en ningún momento. Si a mi intuición le parece bien, a mí también. Pero algo ha pasado en Estados Unidos: todo lleva el sello PG (calificación por edades) y las películas «para todas las edades» son las más inanes. Lo que se pretende es que todo el mundo vea todo y eso ha llevado a una catástrofe capitalista.
Hay mucho que decir sobre el capitalismo, lo sé, pero en el cine en particular ha llevado a la industria a un sin sentido. Si todo lo que haces en una película tiene que estar absolutamente presupuestado y tiene que ver con el dinero porque puedes perder a un sector de público u otro, no queda sitio para el arte. Y esto que te cuento es la norma allí: de todo se tiene que sacar provecho económico. Absolutamente de todo.
(Paul Verhoeven).