Así lo ve Google, que en el día de su 93 cumpleaños le rinde pleitesía con este sensacional doodle lleno de referencias a sus obras más celebradas. Si no lo habéis visto aún, ya estáis tardando.
Saul Bass está considerado como el inventor de los créditos cinematográficos modernos, además de ser un cartelista genial. Hasta su muerte en 1996, los mejores directores sacaron partido del enorme talento que atesoraba para hacer que una película “entrase por los ojos” del potencial espectador y luego dejarle clavado en la butaca desde el primer minuto. Los créditos iniciales de clásicos como Espartaco, Éxodo o Psicosis son suyos. Martin Scorsese le consideraba un dios en la Tierra y en cuanto pudo se asoció con él para colaborar en las que serían las últimas grandes obras del realizador italoamericano. Un grande que se merece cualquier homenaje que se le pueda hacer, comenzando por ver las películas en las que trabajó.