El de Skeletor es uno de mis papeles favoritos. Lo acepté porque mi hijo, que tenía cuatro años, iba corriendo de un lado a otro con una espada gritando ‘¡Tengo el poder!’. Le encantaba Skeletor. Yo ni siquiera parpadeé cuando me ofrecieron el papel. No podía esperar para interpretarlo.
(Frank Langella).