Yaniv “Nev” Schulman es un fotógrafo de Nueva York que un día entabla amistad por Facebook con Abby, una joven admiradora de ocho años que pinta cuadros inspirándose en las fotos de Nev. A través de ella contacta con su madre Angela y una hermana de ésta, la atractiva Megan, con la que entabla una relación virtual a lo largo de seis meses. Pero Nev tiene motivos para creer que la chica por la que se siente atraído no es quien dice ser, y decide emprender una investigación para averiguar la verdad.
El éxito de este documental apadrinado entre otros por J.J. Abrahams inspiró un reality show emitido por la MTV, en el que el propio Nev recorre América ayudando a quienes creen ser víctimas de alguien que busca ligar asumiendo una identidad falsa en la Red, lo que se conoce como catfish. Pese a lo que uno podría imaginar a tenor de la opinión de cineastas como Morgan Spurlock, que lo acusan de ser un fraude y un engaño al espectador, el documental resulta atractivo y hasta entretenido, especialmente para aquellos espectadores del programa de la MTV que tengan curiosidad por conocer su origen. Lo mejor está en la primera mitad. Luego pierde fuelle rápidamente al caer en la sensiblería barata típica de un docureality, agravada por un mensaje final que podríamos tildar de reaccionario (ya saben: al contrario que la vida real, que es maravillosa, Internet y las redes sociales están llenas de tarados y criminales en potencia).