Reboot / remake de Rocky en el que Sylvester Stallone interpreta el papel de Mickey y un tal Michael B. Jordan el del boxeador de poca monta al que el destino le ofrece la oportunidad de brillar, quien esta vez es al mismo tiempo hijo ilegítimo del mítico Apollo Creed. Dejando a un lado su evidente tono nostálgico, la película no merece mayor comentario, y aunque no sea un insulto ni te deje la sensación de estar perdiendo el tiempo mientras la ves, tampoco tiene nada por lo que merezca ser recordada una vez vista.