El Proyecto Grindhouse fracasó en taquilla y pocos habríamos imaginado que dos películas tan flojas darían como para entretener a una pandilla de colgados medio borrachos con una serie de dialogo inacabables. Quentin Tarantino no ha vuelto a ser el mismo desde que acabó a la gresca con Roger Avary, pero el que tuvo retuvo. Al menos esta es un poco mejor que Malditos bastardos o Django desencadenado, aunque solo sea por el hecho de que no dura tres horas.
Tio….. Tanto Django como Malditos bastardos son, a su modo, muy dignas de ver. Exageradas, como casi siempre, pero buenas.
Death proff, es una bazofia que no debió de haberse estrenado. Solo mola la escena del bar por ver a la maciza bailar… el resto es mierda.. ni Rosario Dawson se libra….
Son películas flojas todas. Malditos bastardos es puritito cine – colonoscopia, pero a Django hay que reconocerle una primera hora que está bastante bien. Le sobra todo el tramo de la plantación con Leo Di Caprio, que parece que no se acaba nunca.
Death Proof es malilla un poco a posta, como homenaje a ese cine «de barrio» y sesión contínua de los setenta; pero es verdad que no vale la pena pagar por verla en un cine ni en broma.Y para verla en casa, mejor con amigos que solo.