Tras poner en marcha esta web a principios de 2013, entre las primeras cosas que publiqué estuvo un comentario sobre Carga maldita; una película que siempre me ha fascinado antes por todo lo que rodeó su producción que por el resultado de la misma, esencialmente fallido al tratarse de un proyecto que claramente se pasó de frenada. A pesar de que la cinta de William Friedkin viene siendo revindicada desde hace años por un creciente grupo de entusiastas, basta echar un vistazo a El salario del miedo para comprobar hasta que punto Carga maldita se queda atrás.

Tomando como base una desasosegante novela de Georges Arnaud, Henri-Georges Clouzot logró un filme mejor guionizado, rodado, interpretado, montado y, consecuentemente, mucho más redondo, cuya trama discurre (teóricamente en Honduras, aunque nunca se cita expresamente) de manera bastante más lógica y coherente. Sin ir más lejos, escribiendo unos buenos diálogos Clouzot no necesitó echar mano de flasbacks para definir con claridad a los personajes y sus motivaciones, evitando perder tiempo en tramas innecesarias para desarrollar la acción. Solo la escena final queda un poco debajo del listón, muy alto en cualquier caso. En su remake Friedkin lo cambió al considerarlo un poco absurdo, sin que por ello perdiese un ápice de su tono abiertamente oscuro y pesimista. Es el único punto en el que puede decirse que Carga maldita superó a su «maestra».

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