Hasta su muerte en 2013, el prolífico escritor y guionista Richard Matheson fue responsable de muchas películas famosas dentro del género fantástico y de terror, más de una con casa encantada como pivote central de la trama. Y de entre las últimas, esta es la más conocida y también la mejor, con Kevin Bacon interpretando a un hombre de clase obrera que acaba de mudarse con su familia a un nuevo hogar y decide someterse a hipnosis como colofón a una noche de juerga. Lo que en principio iba a ser un simple juego se convierte en algo más cuando el protagonista empieza a tener visiones extrañas. El último escalón no destaca por nada especial. No es original ni obnubila en ningún aspecto, pero está facturada con mucha dignidad y vale la pena tenerla en cuenta para un visionado, que a la mayoría le resultará de lo mas entretenido.