Una joven lleva siete años encerrada en una minúscula habitación con la única compañía de su hijo pequeño, fruto de los abusos a los que le ha sometido su secuestrador. Lo dejo aquí para que no me acusen de joderles la película, emplazándoles a que la vean y descubran sus secretos, que les advierto van mucho más allá del pequeño esbozo argumental que les acabo de hacer. Producción basada en una novela de la irlandesa Emma Donoghue, que escribe un guión financiado «a pachas» con capital canadiense como queriendo contradecir el axioma de que un novelista no es buen guionista de sus propias obras, y que juega su mejor baza con las interpretaciones de los dos protagonistas principales, Brie Larson (merecida ganadora del Óscar por un papel que borda) y el niño Jacob Tremblay, algo cargante en ocasiones pero igualmente estupendo. Una película extraordinaria, que demuestra que aún hoy se puede hacer cine de verdad si los implicados se lo proponen.