Sátira feroz en torno a los acontecimientos que rodearon la sucesión de Josef Stalin, uno de los peores sátrapas y genocidas que el mundo ha conocido. Tras su muerte en 1953, el espeluznante grupúsculo de palmeros y aduladores que vivía a su sombra se aprestó a competir por hacerse con las riendas del poder, lo que en aquellas lúgubres circunstancias podía marcar la diferencia entre vivir o morir. El tono bufo de la narración esconde un relato sombrío y aterrador, con sus protagonistas dibujados como payasos de chiste (incuso su aspecto es deliberadamente grotesco) pero también como lo que realmente eran: unos hijos de puta sin escrúpulos que no dudaban en masacrar civiles para culpar a un rival y quitarlo de en medio.

Coproducción europea encabezada por un buen reparto en el que destacan Steve Buscemi y Michael Pallin como nombres más conocidos, pero en el que también brillan otros como Jeffrey Tambor y en especial Simon Russell Beale, al que se le nota que es un actor de teatro de los pies a la cabeza dando vida al intrigante Lavrenti Beria.

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