Poco hace falta decir sobre esta película, creo yo. Sirviéndose de un hecho real (el encallamiento y saqueo de un velero cargado de oro frente a las costas de Santa Bárbara), John Carpenter tomó unos pocos dólares y construyó esta lúgubre historia de fantasmas cuya mala recepción en los pases previos al estreno le obligó a tomar medidas drásticas, remontando el metraje y añadiendo escenas nuevas “para asustar más”. El esfuerzo valió la pena y este es sin duda uno de sus mejores trabajos. Si pueden, háganse con la edición especial (yo la tengo en doble DVD, pero creo que también la hay en Blu Ray) comentada por el propio Carpenter y la productora Debra Hill, toda una clase magistral sobre cómo filmar terror del bueno gastándose cuatro duros.