Coproducción televisiva entre la BBC y HBO sobre la conferencia de Wansee, un distrito localizado al suroeste de Berlín. En enero de 1942 y en uno de sus palacetes (que todavía hoy existe y es un museo), tuvo lugar una reunión de jerarcas y altos funcionarios nazis para organizar la llamada «solución final a la cuestión judía», tomando una serie de decisiones que desembocarían en la masacre indiscriminada de seis millones de personas.
Con un reparto estelar, repleto de primeras espadas del panorama teatral y cinematográfico británico encabezado por Kenneth Branagh, este telefilme ya fue bien recibido en su momento, pero hoy figura como un pequeño clásico del cine bélico e histórico. Lo más destacable dejando a un lado el reparto, es que consigue entretener sobre la base de algo tan aparentemente aburrido como sería contemplar a un grupo de tipos discutiendo en torno a una mesa durante hora y media. Entretener y perturbar, pues los diálogos no se cortan retratando a una piara de auténticos miserables, que trabajando dentro de un sistema caótico (la organización política y administrativa del Tercer Reich era disparatada y como tal se muestra aquí), al final sólo estaban preocupados por mantener sus poltronas y acaparar poder. Y si para eso había que ser un hijo de puta sanguinario, pues mejor aún.