En 2014 se cumplieron treinta años desde el estreno de este clásico del mainstream ochentero, cuyo éxito superó todas las expectativas. Inclusive las de sus propios autores, al encumbrándose como la segunda película más taquillera de 1984 solo por detrás de Superdetective en Hollywood y tampoco por mucho. Al contrario de otros jitazos de la década, Los cazafantasmas ha envejecido con dignidad y todavía puedes verla sin que se te caiga la cara de vergüenza, aunque se sigue notando mucho la diferencia entre la primera mitad de la cinta, brillante a la par que divertida, y la segunda, mucho más floja aunque igualmente disfrutable pese a todo.