El éxito colosal de Platoon cuasi-obligaba a Oliver Stone a seguir el mismo derrotero más temprano que tarde. Optó por reutilizar los mimbres y, de este modo, si la historia de Platoon se basó en la biografía de un veterano de Vietnam, ¿por qué no usar otra?
Fue así como el director neoyorquino se fijó en Ron Kovic. Nacido en un pueblecito de Wisconsin el cuatro de julio de 1946, de joven había sido el clásico patriota con el cerebro lavado que un buen día se da cuenta de que le han estado tomando el pelo toda la vida, solo que Kovic lo hizo del modo más despiadado: combatiendo como voluntario en el país asiático resultó herido durante una escaramuza y quedó paralitico de cintura para abajo, siendo abandonado por el país al que tanto había defendido en conversaciones de bar y por el que se había jugado la vida en el culo del mundo. Convertido en un feroz opositor a la agresiva política exterior estadounidense, adquirió una gran notoriedad pública encabezando toda clase de protestas (incluyendo huelgas de hambre) y escribiendo libros entre los que se encuentra su autobiografía, en la que se basa este largometraje del que Kovic firma el guión junto a su director.
El estreno de Nacido el cuatro de julio en 1989 estuvo rodeado de gran expectación a raíz de los éxitos consecutivos obtenidos por Stone con la mencionada Platoon y con Wall Street. El realizador pudo beneficiarse del prestigio adquirido para filmar una película diametralmente opuesta a Platoon, en el sentido de que aquella la había hecho con cuatro duros y con un reparto sin estrellas. Para esta contó con el pleno respaldo de la Universal y con un reparto que encabezaba Tom Cruise, quien tras convertirse en ídolo de chavalitas encadenando éxitos de taquilla buscaba papeles que le permitiesen reafirmarse como actor y optar a un Óscar, del que se creía más merecedor que nadie. Nacido el cuatro de julio le otorgó su primera nominación, pero no rascó bola. Sí lo hizo en cambio Oliver Stone, que ganó su segunda estatuilla como director.
Pese a obtener buenas críticas en general y rendir de forma sobresaliente en taquilla, recaudando 160 millones de dólares frente a un presupuesto de solo 14, Nacido el cuatro de julio es hoy una cinta olvidada que, por ejemplo, apenas se emite por TV. Dividida en tres actos claramente diferenciados y de factura algo irregular (va de menos a más para luego decaer en el tramo final, lastrada por una duración algo excesiva), decepcionó a quienes esperaban ver un segundo Platoon y se encontraron un largometraje mucho más intimista. Tras haber relatado las vivencias de un soldado en Vietnam (él mismo), Stone decidió centrarse en el antes y (especialmente) el después de una guerra cuyas consecuencias destruyeron la vida de miles de personas, utilizadas en favor de intereses espurios por el gobierno de un país que, de repente, descubrió que también podía salir escaldado de los berenjenales en que se metía.