Una de las películas que evidencian el auge desmesurado que el cine de catástrofes experimentó durante los años setenta del siglo pasado. A raíz del gran éxito cosechado por La aventura del Poseidón en 1972, no hubo año en que no se estrenase algún filme donde un grupo de gente random, interpretada en sus papeles principales por actores de abolengo excelentemente pagados, quedaba expuesta a los efectos de un gran desastre que les pillaba en el lugar y momento equivocados. El título español de Two Minute Warning ya nos anticipa de qué va la vaina: un pirao armado con un rifle de precisión se cuela en el Memorial Coliseum de Los Ángeles durante la disputa de un partido de fútbol americano, y amenaza con provocar el pánico convirtiendo las gradas en una caseta de tiro de esas que se ven en las ferias. Con los espectadores haciendo de patos.
Como de costumbre, reparto de campanillas encabezado en esta ocasión por Charlton Heston, que antes de alcanzar la cima de su trayectoria vital presidiendo la NRA, anduvo esos años participando en todo sarao de estos que le ofreciesen (Aeropuerto, Terremoto) porque los actores de renombre como él cobraban de puta madre gracias a ellos. Cinta basada en una novela previa que dos individuos salidos de la TV se encargaron de llevar al cine; uno como guionista, otro como director. Y se nota: Pánico en el estadio huele a telefilme cosa mala. Con eso ya está dicho todo sobre la calidad del invento, así en general, aunque resulte entretenidilla. Pero sólo a ratos.