Uno de esos clásicos sobre los que bastaría con poner una foto para hacer el comentario de turno y a correr. Igual que existe el llamado «western crepuscular», a Patton podríamos englobarla en una supuesta categoría idéntica dentro del genero bélico, estrenada en un momento en que estas películas empezaban a estar pasadas de moda tras haber sido uno de los pilares de Hollywood durante años.
Superproducción filmada en España sin reparar en gastos, supuso la consagración para el director Franklin Schaffner, que venía de obtener un gran éxito con El planeta de los simios, y en especial para George C. Scott, actor que hasta ese momento no había destacado más que como secundario y que lo bordó interpretando al excéntrico y belicoso general norteamericano en un papel que olía a Oscar e inicialmente estuvo pensado para Robert Mitchum, pero que éste rechazó por no considerarse a la altura del mismo, recomendando la contratación de Scott en su lugar. Un gesto que explica bien a las claras el carácter de una persona de las que ya no quedan y que prácticamente le regaló la estatuilla a su compañero, quien sin embargo la rechazaría en un gesto tan sorprendente como inédito.
A Scott el cine no le entusiasmaba más allá de la capacidad que le otorgaba para pagar holgadamente las facturas, y veía los Oscar como un circo. Ni siquiera se presentó a la ceremonia y el premio lo recogió en su lugar el productor Frank McCarthy, pero lo devolvió a la Academia casi de inmediato tras negarse el actor a aceptarlo bajo ningún concepto. Quien no lo rechazó fue el entonces desconocido Francis Ford Coppola, que estrenó su colección de Oscars gracias al excelente guión que había escrito por encargo. El discurso de Patton con el que da comienzo la película antes de los créditos, vibrante a la par que alocado, forma ya parte de la historia del cine.
Estamos pues ante un clásico imprescindible que no ha perdido un ápice de espectacularidad pese al tiempo transcurrido desde su estreno, y que gana aún más si nos hacemos con una edición decente en DVD o Blu Ray. Un consejo: traten de conseguir alguna que incluya comentarios de Charles M. Province, fundador y presidente de la Sociedad Histórica George S. Patton, porque son excepcionales y arrojan muchos datos interesantes que ayudan a completar el retrato de uno de los personajes más fascinantes del turbulento siglo XX.