Filme «de espías» al servicio de Charles Bronson, en el que fue uno de sus mejores trabajos como protagonista. Sobre la base de un guión escrito por el industrioso Peter Hyams y el entonces muy reconocido Stirling Silliphant, los productores arroparon a Bronson con un buen plantel de secundarios entre los que destaca el gran Donald Pleasence interpretando a su archienemigo, un díscolo agente de la KGB que pretende iniciar una guerra nuclear entre Estados Unidos y la antigua URSS usando un teléfono como arma. El cotarro lo dirige el siempre eficaz Don Siegel, que ha pasado a la historia del cine por sus labores junto a Clint Eastwood pero que era perfectamente capaz de «ir por libre» y aquí lo de muestra facturando un entretenimiento de lo más digno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.