La eterna decadencia en la que Kevin Costner se sumió tras el rodaje de Waterworld ha estado, no obstante, salpicada por algunos momentos en los que recordó, aunque fuese de lejos, a la gran estrella que un día fue. Este es uno de ellos. Dirigida por Roger Donaldson, uno de esos tipos no especialmente brillantes a los que se define «con oficio» por su capacidad para solventar dignamente cualquier proyecto que se les encargue, Trece días es un correcto thriller político que narra cómo se vivió en la Casa Blanca la crisis de los misiles cubanos de 1962, que a punto estuvo de provocar una guerra atómica. Y como era de esperar lo hace sin especial brillantez, pero de forma lo bastante buena como para que no despeguemos la vista de la pantalla durante toda la película.